Dado el carácter penitencial de la Cofradía, la participación en los desfiles procesionales, tanto en las procesiones que organice como en las que acuda como invitada, se considerará un acto principal.
Todos los Hermanos deberán presentarse, con antelación suficiente a la hora señalada, en la sede de la Cofradía para tomar parte en la procesión con el hábito y capirote propios de la Cofradía, sin usar distintivo alguno, a excepción de los varales que portan los miembros de la Junta de Gobierno, prohibiéndose el uso de anillos, alhajas, puños u otras prendas.
La penitencia será anónima estando proscrito cualquier acto de vanidad.
Una vez formada la Cofradía se prohíbe fumar y levantarse el capirote y se procurará hablar lo menos posible, debiendo guardar la compostura y seriedad propias del acto de penitencia que se practica.
Puesto el hábito desaparece la personalidad propia del hermano, pasando a tener una personalidad comunitaria desde la salida de la sede hasta el regreso a la misma.
Cofradía de Nuestra Señora de la Merced de Bilbao